Neney Cabrera encabeza acto de inicio proceso de vacunación a estudiantes y docentes en la provincia Espaillat
Espaillat, Moca. – El ministro encargado de los Proyectos Estratégicos y Programas Especiales de la Presidencia (Propeep), Neney Cabrera, encabezó este jueves, junto a la doctora Yudelka Collado, directora provincial de salud, el inicio del proceso de vacunación dirigido a los estudiantes a partir de los doce años de edad, personal docente y administrativo, colaboradores y padres pertenecientes al Distrito Educativo 0606 de esta provincia.
Al pronunciar las palabras centrales del acto, el ministro Cabrera, exhortó a los jóvenes a vacunarse y ser promotores en sus respectivos hogares y comunidades para que sus padres, tíos, abuelos y vecinos, que no se hallan inoculados contra el virus de la Covid-19, “acudan a los centros de vacunación que operan en todos los centros educativos de la demarcación”.
Expresó que gracias al gran esfuerzo del gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader, y el gabinete de salud que dirige la vicepresidenta, Raquel Peña, “nosotros podemos decir que somos de los pocos países en el mundo que contamos con la cantidad suficiente de vacunas para inocular a los dominicanos que viven en el país”.
De manera, agregó, “no hay ninguna razón para que una persona no se haya vacunado y de que sea apática y desinteresada en vacunarse”. Precisó, que si queremos preservar nuestras vidas y la de nuestros familiares, la única herramienta que tenemos es la vacuna.
Exhortó a los profesores a ponerse la tercera dosis para que estén protegidos de otras variantes, como la Delta, considerada por los expertos de muy contagiosa y letal.
Dijo que el objetivo es que Espaillat llegue al 70% con la segunda dosis “y para llegar a esa meta nos falta un poquito más, un tramito, y para esto estamos pidiendo a todos los alumnos, y sobre todo a los padres, a que hagan consciencia de la importancia de llegar a esa meta, porque es la única manera para producir la inmunidad de rebaño, lo que nos puede garantizar cortar la cadena de contagios de este terrible virus y enfermedad”.
El acto celebrado en la explanada frontal del politécnico Andrés López Cruz, ubicado en la comunidad El Corozo, contó además con la presencia de la Gobernadora Civil, Juana Rosario de Candelier, el director del Distrito Educativo, Vicente Alexandro; el director del referido centro de enseñanzas, profesor Pedro Paulino, estudiantes, padres, personal docente y personal de apoyo.
También, estuvieron presentes números estudiantes con discapacidad auditiva.
Momento emotivo
Durante el acto se produjo un momento emotivo, cuando el ministro Neney Cabrera llamó a la bachiller con discapacidad auditiva, Adriana Díaz Taveras, quien desde hace 7 años se graduó del nivel secundario, y debido a su especial condición y carencias económicas no ha podido ingresar a la universidad, ni tener la oportunidad de tener un empleo.
Emocionado y con lágrimas en los ojos, al referirse a la situación de la joven Díaz Taveras, el ministro Neney Cabrera, expresó “este es un ejemplo de superación y significa que cuando se quiere se puede”.
Dijo que hay que reconocer el gran esfuerzo que tienen que hacer estas niñas, jóvenes que tienen dificultad auditiva para cursar todos los cursos desde primaria hasta secundaria, para entonces también intentar ingresar a una universidad.
A seguidas, el funcionario se comprometió de conversar con el ministro de Educación Superior y Tecnología, Franklyn García Fermín, para ver cómo se podría habilitar en algunas de las universidades de la región norte, para que comiencen a aceptar a los jóvenes con este tipo de discapacidad.
De igual manera, anunció que a partir de hoy “Adriana comienza a trabajar como colaboradora de Propeep en la oficina que opera en el municipio de Moca”, lo que generó un gran aplauso de los presentes y expresiones de emociones.
De su lado, usando lenguaje de señas e interpretada por una profesora, Adriana agradeció al presidente Luis Abinader y al ministro Neney Cabrera, por darle la oportunidad de lograr el sueño que por siete años anhelaba, de tener un empleo digno para continuar sus estudios en la universidad y seguir desarrollándose como ente humano.