A los 53 años, y a 15 de su retiro como boxeador profesional, Mike Tyson está de vuelta. Con un increíble estado físico y constantes publicaciones en sus redes sociales, la leyenda se prepara para volver a competir en una pelea benéfica que se podría realizar en julio próximo y podría tener a Evander Holyfield como rival. Mientras se esperan definiciones, el estadounidense sorprendió a todos con una estelar aparición en la lucha libre que terminó en escándalo.
El boxeador apareció en el evento Dynamite de All Elite Wrestling, un show en vivo en Jacksonville, junto con Rashad Evans, Vitor Belfort y Henry Cejudo, ex campeones de UFC. Arriba del ring, Tyson volvió a verse las caras con Chris Jerico, leyenda de la lucha libre con la que peleó en 2010 en la WWE. Y el reencuentro no terminó muy bien.
Al quedar cara a cara, Jericho expresó su deseo de conseguir «la cabeza de Mike Tyson en una bandeja» y, además, le exigió una disculpa al boxeador por un supuesto golpe traicionero en la pelea que se realizó hace una década.
Lejos de ser conciliador, Tyson no se achicó, lo provocó, se rompió la remera y empezó un cruce verbal de insultos que terminó en una serie de empujones y una batalla campal con más de 20 personas en el ring que rápidamente se volvió viral.
Así, Iron Mike empieza a promocionar su figura y su regreso al deporte estadounidense. Por fuera de los distintos rumores que pusieron a Tyson Fury, Tito Ortiz y Wanderlei Silva como posibles candidatos para su vuelta, recientemente se conoció que también se baraja el nombre de Henry Cejudo. El luchador defendió con éxito su título de peso gallo en UFC 249 ante Dominick Cruz el pasado 10 de mayo y anunció su retiro, por lo que la organización ya declaró vacantes sus títulos de peso gallo y peso mosca.