Puerto Rico estrena presupuesto con menos medidas de austeridad
Puerto Rico despertó el miércoles con un nuevo presupuesto que suspende la mayoría de las medidas de austeridad y los recortes presupuestales durante un año mientras el territorio estadounidense lucha por recuperarse de huracanes, terremotos y la pandemia.
Una junta federal de control que supervisa las finanzas de Puerto Rico aprobó el presupuesto de 10.000 millones de dólares después de rechazar otro que la gobernadora Wanda Vázquez presentó recientemente y que contenía varios incentivos y aumentos al gasto que los críticos dijeron que estaban fuera de la realidad.
El nuevo presupuesto consolidado de Puerto Rico para el año fiscal 2021 es 10% superior al del año pasado, básicamente porque anticipa un aumento de 17% en los fondos federales. La mayoría del gasto está destinado a atención médica, educación y pagos de pensión gubernamental, mientras que áreas como vivienda y agricultura sufrirán recortes.
El presupuesto también incluye 83 millones de dólares en incentivos para el fondo general, incluidas partidas de entre 5.000 y 100.000 dólares para aquellas escuelas que cumplan con ciertos requisitos, como asistencia de maestros y estudiantes.
El presidente de la junta, José Carrión, dijo que es el cuarto año consecutivo que el gobierno de Puerto Rico ha presentado un presupuesto incongruente con un plan fiscal que sirva como proyecto económico para la isla.
“No puede haber gastos que no podamos pagar”, dijo Carrión, quien anunció que dejará el puesto a principios de octubre, después de servir en el cargo de forma voluntaria desde que se creó la junta hace cuatro años.
Puerto Rico sigue atrapado en una profunda crisis económica mientras reestructura una porción de su deuda pública de más de 70.000 millones de dólares, acumulada durante décadas de mala gestión, corrupción y endeudamientos excesivos para equilibrar los presupuestos. La junta dijo que espera completar este año el proceso, similar al que realizan las empresas durante una bancarrota.
Los miembros de la junta dijeron que suspendieron la mayoría de las medidas de austeridad y recortes gubernamentales para permitir que el gobierno de Puerto Rico imponga reformas deseadas desde hace mucho, como la de aumentar la tasa de participación laboral local, facilitando el hacer negocios en la isla al ofrecer electricidad más barata y confiable.