Al príncipe William no le ha quedado de otra y este jueves tuvo que responder por primera vez a las declaraciones de su hermano Harry y su esposa Meghan Markle durante su explosiva entrevista con Oprah Winfrey, televisada el pasado domingo.
«No somos una familia racista», exclamó el Duque de Cambridge quien acompañado por su esposa, Kate Middleton, visitaba una escuela en Stratford, al este de Londres.
Los miembros de la prensa ahí reunidos presionaron preguntándole si ya había hablado con su hermano menor sobre la entrevista. «No, aún no he hablado con él. Pero lo haré», replicó el duque.
Las palabras hacen referencia a las declaraciones de Meghan Markle asegurando que miembros de la familia real británica discutieron en varias ocasiones el tema del «color» de la piel de su hijo aún no nacido, Archie.
Cuando Winfrey presionó a la actriz para que revelara quién o quiénes habían expresado dichos comentarios, la nacida en California se rehusó a contestar diciendo: «Esa conversación nunca la compartiré. Era bochornosa y yo estaba un poco en shock».
William se convierte así en el segundo integrante de la familia real que decide hablar respecto a la entrevista televisiva que fue vista por más de 18 millones de personas en Estados Unidos y 11 millones en el Reino Unido el día de su emisión.
Este martes el palacio de Buckingham envió un comunicado a nombre de la reina Isabel II que rezaba: «La familia entera está entristecida luego de enterarse cuán desafiantes fueron los últimos años para Harry y Meghan».