SANTO DOMINGO. – El ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, brindó total respaldo y apoyo incondicional a la maestra Ingrid Ureña de la Escuela Primaria Felícita Eleuterio del Distrito Educativo 10-02, quien fue reconocida por sus estudiantes con un noble gesto al entregarle regalos y cartas de agradecimiento por su dedicación en la enseñanza, tomando en cuenta el distanciamiento físico para evitar la expansión de la pandemia por coronavirus.
Al ver un video viral por las redes sociales donde miles de usuarios expresaban su alegría por el gesto de los infantes con su querida maestra, el ministro Peña Mirabal dispuso se le entregara una laptop de última generación para que pueda continuar con la formación a distancia, además de todo el respaldo en las capacitaciones que requiera.
“Ese tipo de maestras son las que dejan huellas en sus estudiantes y así como ella hace con sus alumnos, así mismo ellos harán mañana en la sociedad. Esa calidad humana y vocación de servicio marca la diferencia en cualquier sociedad. Para nosotros es un orgullo que una mujer como la maestra Ingrid Ureña forme parte de la comunidad educativa”, precisó el titular del MINERD.
La profe Ingrid, como le llaman sus estudiantes, reside en la comunidad de La Victoria, en Santo Domingo Norte. Es madre de una niña, pero asegura que tiene cientos porque cada estudiante que pasa por sus aulas se convierte en parte de su vida, tanto que ellos se quejan cuando no les toca clases con su profesora preferida.
Manifestó que sus antiguos alumnos, hoy ya jóvenes, la ven por la calle y siempre la detienen para agradecerle por su dedicación y entrega, “pero lo que más me gratifica es ver que son personas de bien y que ese sacrificio que hacemos los maestros vale la pena”.
“Les exhorto a los maestros y estudiantes de educación que todo lo que hagan sea con amor y vocación, no por un sueldo porque cuando se trabaja con amor, el trabajo es más fácil y gratificante”, dijo la maestra Ureña, quien lleva 21 años en la labor docente.
Confesó que nunca imaginó que sus actuales estudiantes le iban a hacer un reconocimiento público en medio de la pandemia, por lo que agradeció también a las familias por ser cómplices de eso. “Me sorprendieron, nunca esperé eso y, de verdad, me alegraron la vida”.
La directora de la escuela se llama Dulce María Soriano y cuenta que la maestra Ingrid Ureña siempre ha sido destacada por su colaboración, dinamismo y amor incondicional.
“Ella es una excelente maestra, una persona entregada y dedicada totalmente a sus niños, y no solo a ellos, sino que siempre está dispuesta en todo lo que se le solicita. Es una de tantas maestras de nuestra escuela que son excelentes en el trato y enseñanza con los niños y ellos se pelean para que le toque clases con ella”, contó.
Pese a que ningún maestro esperaba que las clases presenciales se suspenderían, la maestra Ureña ha sabido adaptarse a las clases virtuales y pudo continuar el proceso formativo con sus niños de Pre primario.
“Para ellos –estudiantes- fue difícil no poder seguir yendo a la escuela y me preguntaban cuándo me verían otra vez, pero les insisto en que no se desesperen y que guarden esos abrazos para cuando se pueda porque, de seguro, serán muchos”, concluyó la profe Ingrid.