El presidente Nicolás Maduro afirmó el martes que Estados Unidos fracasó en sus planes para desestabilizar a Venezuela en 2019, pero admitió que las sanciones de Washington limitaron la capacidad financiera del país sudamericano.
En la presentación del informe anual ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Maduro reconoció que las sanciones económicas “nos han hecho daño” y generaron una “dramática restricción” en el ingreso de divisas al país petrolero, que desde hace varios años enfrenta una severa recesión, una desbocada hiperinflación y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y bienes básicos.
En un intento por presionar la salida de Maduro del gobierno, Estados Unidos intensificó en agosto las sanciones al congelar todos los activos del gobierno venezolano y prohibir a los estadounidenses hacer negocios con Caracas.
En un discurso que se difundió en cadena de radio y televisión, Maduro dijo que Washington ha fracasado en sus intentos de “desestabilizar” a Venezuela y reiteró las acusaciones contra los gobiernos de Brasil y Colombia, a los que señaló de apoyar acciones violentas en territorio venezolano sin presentar pruebas.
“Dios proveerá”, expresó el gobernante izquierdista al manifestar que confía en el que país superará las dificultades económicas. Agregó que durante este año espera que se recupere la producción petrolera y se alcance una meta de “por lo menos dos millones de barriles diarios”. Durante el 2019, Venezuela enfrentó una caída en la generación de crudos que estima que ronda el millón de barriles diarios.
Durante el acto, Maduro anunció que se venderán en la moneda digital “petro” unos 4,5 millones de barriles de petróleo de las reservas que mantiene la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y el combustible que utilizan los aviones para cubrir las rutas internacionales. Asimismo, el gobernante dijo que algunos de los servicios estatales como los de identificación también se realizarán en la moneda digital del gobierno venezolano.
El mandatario solicitó a la Constituyente que acelere las reformas de las leyes del código tributario y de aduanas, y se aprueben dos nuevas leyes para unificar las carteras crediticias y crear una cartera productiva.
Maduro ratificó que durante este año se realizarán elecciones parlamentarias y dijo que se invitaría a la Unión Europea, la secretaría general de las Naciones Unidas y otros países para que envíen misiones para esos comicios, pero descartó la invitación de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) o su secretario general, Luis Almagro, al que llamó “basura traidora”.
Al referirse a las tensiones desatadas a raíz de la instalación a inicios de año de dos directivas en la Asamblea Nacional, una encabezada por el líder opositor Juan Guaidó y otra integrada por desertores del bloque opositor acusados de hechos de corrupción, el mandatario pidió a la mesa de diálogo -integrada pequeñas organizaciones opositoras y miembros del gobierno- que medien para evitar que “no se envuelva de violencia el Palacio Legislativo”.
Maduro atacó con dureza a Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países de la región, y lo llamó “miserable cipayo” y “muñeco ventrílocuo” de Washington.
La mayoría opositora de la Asamblea Nacional movió para el miércoles la sesión del Legislativo que regularmente se hace los todos los martes. La decisión coincidió con el viaje que realizó Guaidó a la ciudad central de Barquisimeto para participar este martes en la multitudinaria procesión de la virgen de la Divina Pastora, visita que fue criticada por Maduro, quien afirmó que se trata de “politizar” en el evento religioso y exigió a los obispos respeto.
Mientras la oposición llamó a sus seguidores y diputados a sesionar el miércoles en el palacio legislativo, el jefe de la Constituyente, Diosdado Cabello, anunció que el cuerpo también se reunirá en esa fecha y tomará en los próximos días los espacios del Legislativo para que se reúnan sus comisiones.