Por el día de la Concienciación sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA), pretendemos enfocar una serie de “piezas” que componen la realidad de esta condición para ofrecer las respuestas pertinentes. El TEA es una condición que se caracteriza por dificultades en la comunicación, la socialización y la presencia de intereses atípicos o muy intensos.
En nuestro país no existen datos exactos sobre la prevalencia del TEA. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se estima que uno de cada 54 niños en edad escolar presenta el diagnóstico en Estados Unidos. Es importante realizar investigaciones de prevalencia en nuestro territorio para desarrollar políticas oportunas.
El TEA puede generar cambios en la estructura familiar a nivel emocional y económico. Una ayuda oportuna puede llevar a la familia a superar estas situaciones adecuadamente. Los servicios de intervención deben incluir la atención y capacitación de la familia para el logro de mejores resultados y pronóstico.
La ausencia de un protocolo estandarizado de los procesos de inclusión educativa, incluyendo las adaptaciones curriculares, la flexibilidad en los procedimientos de evaluación del aprendizaje y la formación de los docentes constituyen importantes desafíos para la misma.
Dentro de las iniciativas promovidas en nuestro país para mejorar la inclusión educativa podemos mencionar la Ordenanza 04-2018, los Centros de Atención a la Diversidad (CAD) y las aulas específicas de inclusión; entre otros. Aunque falta camino por recorrer, en la actualidad hay un aumento de centros educativos que están tomando conciencia de los beneficios de la inclusión.
Las limitantes en la inclusión educativa implican menos probabilidad para acceder a un empleo. Las dificultades en las habilidades sociales de las personas con TEA hacen que en procesos de reclutamiento sean descartados con premura, sin tomar en cuenta que podrían ser extraordinarios en diversas tareas como aquellas repetitivas y con atención al detalle.
Dentro de las intervenciones para personas con TEA se encuentra la intervención en red, que implica la integración de la familia y los especialistas trabajando al unísono para atender las necesidades de la persona. Se debe promover la intervención en red, tanto a nivel de los servicios públicos como privados, ya que aumenta la eficacia del tratamiento y acorta los tiempos.
Existen algunas creencias que deben ser aclaradas. Entre ellas:
Mito: “El autismo se cura”.
Realidad: No se cura, porque no es una enfermedad, sino una condición. Los síntomas pueden mejorar con intervenciones terapéuticas basadas en la evidencia.
Mito: “Todas las personas con autismo son muy inteligentes”
Realidad: Existen distintos niveles de habilidades intelectuales. Encontramos personas con discapacidad intelectual, con funcionamiento promedio o por encima de la media.
Mito: “Las personas con autismo no hablan”
Realidad: Existen personas con TEA que no desarrollan un lenguaje oral y personas con un amplio lenguaje.
Mito: “Las vacunas son las responsables de causar el autismo”
Realidad: La revista Lancet (1998) publicó casos que sugerían que algunas vacunas podrían predisponer al trastorno generalizado del desarrollo.
Después, se realizaron estudios refutando el vínculo propuesto entre las vacunas y el autismo.
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* Los autores son los estudiantes del Master Análisis del Comportamiento Aplicado de la universidad Unibe. Materia Intervención en Redes. Profesora Rosángela Mendoza