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¿En verdad somos lo que pensamos?

 

Por Jesús Rojas

¿Puede el pensamiento influir en la materia? ¿Cómo podría afectar la mentalidad el proceso

de aprendizaje? La definición del sustantivo mentalidad se define como “el conjunto

establecido de actitudes mantenidas por alguien, que se puede expresar en frases como “la

región parece estar atrapada en una mentalidad medieval.”

Tenemos muchas creencias sobre nosotros mismos. Tal vez usted cree que es un buen amigo, un

corredor lento, un pensador crítico, un político idóneo o un cocinero mediocre. Una investigación

reciente realizada en la Universidad de Stanford explora cómo nuestros modos de pensar acerca de

nuestra inteligencia pueden influir en los resultados de la vida.

La psicóloga Carol Dweck indagó cómo tener una actitud mental de crecimiento –la fe de

que puede aumentar sus capacidades intelectuales a través del trabajo duro y la

práctica—lo que puede mejorar los resultados del aprendizaje y el rendimiento académico.

Para ello, el equipo investigador realizó una encuesta entre estudiantes de séptimo grado de una

escuela pública de la ciudad de Nueva York para determinar si ellos se consideraban inteligentes y

podrían mejorar con el esfuerzo (la mentalidad de crecimiento), o creían estar predeterminado e

inalterable (la mentalidad fija).

El equipo de investigación trató de cambiar la mentalidad de un grupo de estudiantes de secundaria

de bajo rendimiento. 91 estudiantes tomaron un curso corto sobre la fisiología del cerebro y técnicas

de estudio. Entre estos estudiantes, un grupo de prueba también estudió cómo la inteligencia es

maleable, mientras que un grupo de control no lo hizo.

La mentalidad de los alumnos y sus calificaciones mostraron la diferencia. Las respuestas de los

estudiantes a una encuesta de fin de año indicaron que el grupo de prueba se había desplazado

hacia una mentalidad de más crecimiento. Este cambio estaba correlacionado con mejoras

significativas en las calificaciones de matemáticas, mientras que el grupo de control no mostró

cambio alguno en las calificaciones o forma de pensar.

¿Qué podría explicar estos resultados sorprendentes? Imagínese creer que es un narrador

inseguro, y siempre lo serás. Cuando un amigo le pide que narre una historia, esta mentalidad puede

hacer que se apresure y rara vez experimente con chistes o detalles encantadores. Su forma de

pensar puede evitar el desarrollo a largo plazo de sus habilidades para la narración de cuentos.

La historia nacional está lleno de pesimismo. El carácter individual está envenenado. En tiempos de

incertidumbres, de conspiraciones, de políticos correctos, encubrimientos, crisis política, económica

y social, medias verdades, luces y sombras, polarización, fragmentación social, corrupción, disloque

de resultados, búsqueda de culpables, invocar la guillotina, y el maniqueísmo casi total, una actitud

positiva y proactiva frente a la realidad deforme del país contribuye a la búsqueda de soluciones y a

generar sentido de orientación, desarrollo y rumbo.

Creer que se tiene una habilidad «fija» puede dejarle sin motivación y fácilmente desmoralizado por

los contratiempos, según la investigación de la profesora Dweck. Por el contrario, la adopción de una

mentalidad de crecimiento podría motivar a poner más esfuerzo y superar desafíos difíciles.

El estudio de la Universidad de Stanford sobre la mentalidad individual nos recuerda que lo

que creemos sobre nosotros mismos no sólo está en la cabeza. Además, impacta nuestras

acciones y logros la manera en que enfrentamos retos y cómo alcanzamos nuestros

objetivos.

Así que la próxima vez que se enfrente a una tarea difícil, si se trata de hablar en público o aprender

a cambiar un neumático, ponga a prueba le mentalidad de crecimiento. Lo más probable es que

pueda ver y disfrutar los resultados positivos obtenidos por su propio esfuerzo.

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