Higuey, provincia La Altagracia
Con la presencia del presidente Danilo Medina y su esposa, la primera dama Cándida Montilla de Media, funcionarios civiles y militares, empresarios y políticos, fue celebrada en la Basílica de esta localidad la misa mayor como parte de los actos de celebración del Día de la Virgen de la Altagracia, patrona del pueblo dominicano.
Durante la ceremonia y al pronunciar la homilía, el obispo de esta Diócesis, hizo un llamado a los dominicanos a trabajar unidos para que en el país no haya desigualdad ni exclusión social.
Monseñor Gregoria Nicanor Peña encabezó los actos religiosos. Como cada año al lugar se dieron cita miles de feligreses, dominicanos y extranjeros, muchos de los cuales acuden a cumplir promesas, otros en busca de un milagro para mejorar sus situaciones de salud o económica.
El presidente Medina estuvo presente en la misa junto a la primera Dama, y a su llegada al templo religioso, fue recibido con los honores militares correspondientes a su investidura. De inmediato se inició la eucaristía.
Monseñor Peña exhortó a los feligreses y al pueblo en general, a que siempre estén prestos a ayudar a los pobres y desamparados.
Al pedir que se tome a la Virgen como ejemplo y modelo a seguir, indicó que “tener a María como protectora nos obliga a cooperar con Dios para que en nuestro país se realice el plan de salvación sobre los hombres», destacó el obispo de la diócesis de La Altagracia.
Al mismo tiempo, el prelado abogó porque haya una mejor distribución de los bienes, señalando que de esa manera se puede reducir la brecha de la desigualdad en la sociedad.
En su homilía dijo que Dios tiene la mirada puesta en los más desamparados y que a eso se debe que Dios derriba del trono a los poderosos y enaltece a los de menos ingresos o a los más pobres.
Al final de la misa, el obispo dio el abrazo de la paz al presidente Danilo Medina y la primera dama, Cándida Montilla, quienes luego subieron al altar a presentar sus respet y devoción a la Virgen.
Posteriormente Después de la misa, el presidente encabezó un almuerzo en la casa del obispo donde estuvieron presentes los empresarios y los funcionarios civiles y militares que asistieron a la eucaristía. En el lugar el jefe de Estado conversó con los representantes de la provincia La Altagracia acerca de los problemas que afectan a las distintas comunidades.
En la misa asistieron los ministros Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta; Obras Públicas, Gonzalo Castillo; el jefe la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo; el de la Armada vicealmirante Edmundo Félix Pimentel; del Ejército, mayor general José Matos de la Cruz; el senador Amable Aristy Castro.
También estuvieron presidente don Alejandro Grullon, presidente Grupo Popular y el presidente del Grupo Punta Cana, Frank Rainieri y el dirigente político Luis Abinader.
Los feligreses
Cada año, tanto dentro como fuera de la Basílica, miles de feligreses acuden a cumplir promesas y hacer peticiones. Algunos dijeron a Listín Diario que la Virgen le ha cumplido con peticiones y otros afirmaron que acudieron a pedirle salud, empleo y soluciones de problemas familiares.
Para esta fecha familias completas se trasladan al lugar dotadas de sabanas, colchones y frazadas para pernoctar por varios días en las afueras del templo religioso.
Para la ocasión, las auto4ridadeds de la Basílica colocan carpas de diferentes tipos y se establecen vigilancia especial para proteger a los visitantes provenientes de todas partes del país y países del Caribe.
La mayor parte de las personas se forman en largas filas a la espera de que se abran las puertas del templo y así poder llegar hasta la imagen de la Virgen de la Altagracia, con la finalidad de adorarla, y pedirle por su bienestar particular y familiar.
La Basílica es un templo religioso con más de cien años de haber sido construida por primera vez. El actual edificio de la Basílica de Higüey o de Nuestra Señora de la Altagracia, fue construido por los arquitectos franceses André-Jacques Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré, los cuales fueron elegidos a través de un concurso internacional anunciado en 1947, pero se llevó a cabo en 1949, en la cual fue elegida la propuesta de los arquitectos ya mencionados.
Fue construida para reemplazar un antiguo santuario, en donde apareció La Altagracia, el cual data de 1572. La Basílica se comenzó a construir en 1954, por órdenes del primer Obispo de Higüey, Monseñor Juan Félix Pepén, la cual duró 17 años para su construcción.